Sacha Taki-Voces y Cantos de la Selva: Paisaje biocultural del Pueblo Ancestral Kichwa Kawsak Sacha

En marzo 2021 la manifestación «Sacha Taki- Voces y Cantos de la Selva: Paisaje biocultural del Pueblo Ancestral Kichwa Kawsak Sacha» ha sido registrada en el Sistema Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador. Próximamente, el Pueblo Kawsak Sacha decidirá si aplicar para la nominación de la manifestación Sacha Taki en la lista oficial de Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador, lo que le permitirá posteriormente solicitar una nominación en una de las categorías de Patrimonio de la UNESCO.

Asamblea General del Pueblo Kawsak Sacha en la casa comunal de Lorocachi

Paisajes naturales, paisajes culturales y paisajes sonoros: una Unidad.

La presencia milenaria de pueblos y culturas  indígenas en los bosques y su co-evolución con los ecosistemas tropicales amazónicos ha creado diversas formas de expresión sonoras que asocian y conectan la cultura y con la naturaleza. ‘Sacha Taki – Canto de la Selva» busca superar la división entre cultura y naturaleza enlazando lo natural, lo cultural y lo acústico, relacionando así las manifestaciones sonoras que se producen desde la biodiversidad y las que se expresan desde la cultura. Desde una visión «tecnocientífica» un paisaje sonoro es la combinación de todos los sonidos que son emitidos en un espacio y tiempo determinados, y se clasifican en tres componentes: biofonía o sonidos producidos por organismos vivos de la biodiversidad, geofonía o sonidos producidos como resultado de procesos geológicos y antropofonía o sonidos producidos por el ser humano y sus creaciones (Schafer, 1994).

«Es a través de estos cantos que nos comunicamos con la selva y sus espíritus guardianes, para llamar a los animales del monte o los peces del río, para invocar o propiciar la fecundidad de la chacra, para curar los males y las enfermedades, para que haya tranquilidad entre las familias, haciendo recordar y transmitiendo las enseñanzas que dejaron nuestros ancestros, para vivir bien entre todos. Son como caminos y puentes que nos reconectan con nuestra historia y con nuestros orígenes.  Los seres vivientes de la selva también tienen su propia forma de expresar la vida que a través de ellos se manifiesta. Sus cantos y los nuestros celebran la vida. El conjunto de cantos que se escucha en es como una sinfonía, que requirió millones de años para escribirse. Es una creación única e invalorable, que no podemos dejar que se destruya o desaparezca«.

Cerámica Kichwa de Pastaza: Representación cultural de elementos naturales 

El paisaje sonoro de la biodiversidad es el resultado de miles de años de coevolución entre especies, en los cuales cada especie se desarrolló de una forma particular, morfológicamente o comportamentalmente, para que pueda ser escuchada dentro de la “gran orquesta” de dicho ecosistema (Krause, 1987) . El canto dentro del bosque representa una huella propia del mismo y demuestra los procesos de coevolución que han ocurrido a lo largo del tiempo. Además, este canto revela los procesos y dinámicas que ocurren en un ecosistema. Por ejemplo, se puede conocer acerca de la salud y la diversidad de un ecosistema a través de la medición de distintas propiedades del sonido, como la diversidad de rangos de frecuencia y la variabilidad de intensidades (Krause and Farina, 2016, Krause et al., 2011, Pijanowski and Farina, 2011); o el reconocimiento de especies indicadoras o amenazadas (Gan et al., 2020, LeBien et al., 2020). 

El paisaje sonoro de la cultura es también el resultado de miles de años de coevolución de los humanos con la biodiversidad. Está expresado a partir de las manifestaciones sonoras que relacionan la cultura con la naturaleza. Es a través del sonido que se revela el vínculo íntimo que las comunidades mantienen con la naturaleza y se muestra la inseparabilidad que existe entre el ser humano y su ecosistema.

Muchos seres y plantas fueron creados mediante el soplo originario. Con el poder del soplo se limpia y se cura a la selva, al río, al territorio para restablecer el equilibrio y la tranquilidad. Es mediante el sonido y los sueños que se establece la comunicación con los espíritus – supay- de la tierra, del bosques y del río. La mujer le canta a Nungulli – diosa de la tierra- para que le dé paju, el poder para el  cultivo de la chacra o huerta. El cazador invoca el espíritu de Amazanga, dueño del monte, para que le entregue las presas que llevará a su casa. El mundo del agua está bajo la custodia de Amarun -la anaconda- madre y guardiana de todas las criaturas del agua -ríos y lagunas a la que implora y respeta (Mito Panamazónico).

La medicina tradicional se expresa a través de los taki, los cantos de los chamanes yachac y de las curanderas y parteras pajuyoc, entregados por espíritus del bosque y del río. El Pueblo Ancestral Kichwa Kawsak Sacha valora su territorio debido a su larga y compleja relación con esa tierra ancestral. Expresa su unidad con el entorno natural y espiritual. Encarna su conocimiento tradicional de los lugares de los espíritus, los usos de la tierra y la ecología. La cultura conecta con la naturaleza mediante los sueños, que se comparten e interpretan tomando guayusa (Ilex guayusa) en la madrugada. La mujer kichwa expresa su nostalgia o su tristeza invocando el espíritu hatun malta sikuanga – el Gran Joven Tucan – para llevar su voz hacia el hombre que ama o extraña. El canto de la selva es el lenguaje a través del que cada  ser vivo se expresa y se comunica desde la diversidad biológica y cultural, con formas y fines propios a cada especie.

Mujer anciana sirviendo guaguas en la madrugada.

Salud, Cultura y Naturaleza