Fondo de emergencia para los pueblos indígenas en peligro de la Amazonia
El 17 de marzo, fuertes lluvias aumentaron el caudal de los ríos Bobonaza, Pastaza y Arajuno en la Amazonia ecuatoriana, provocando inundaciones a lo largo de los ríos y afectando a varias comunidades kichwa. Casas, huertas y sistemas de agua fueron destruidos. La gente perdió efectos personales, ropa, vajillas y herramientas. Las comunidades más afectadas fueron Pakayaku y Sarayaku. Tras recibir una llamada de emergencia de la jefa de Pakayaku, Luzmilla Yasakama, proporcionamos carpas temporales, accesorios para reparar partes del sistema de agua y materiales para la reconstrucción de 15 casas, así como alimentos y otros servicios.
En abril, poco después de la inundación, se produjo un derrame de petróleo en las provincias norteñas de Napo y Orellana, que contaminó las aguas de los ríos Coca y Napo donde muchas comunidades dependen del agua del río para cocinar, beber, lavar, transportar y vivir a orillas del río. En respuesta a esta emergencia, hemos proporcionado tanques de agua y accesorios para la distribución de un sistema de agua potable ubicado en la comunidad kichwa de Florencia.
El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud declaró el coronavirus como pandemia. Mediante diversas publicaciones, ayudas audiovisuales y demostraciones, animamos a la gente a revalorizar su sistema de salud tradicional, aislándose y utilizando plantas medicinales. También hemos elaborado material informativo y promocional sobre el virus para que la gente pueda protegerse.
¿Porqué un fondo de emergencia?
Muy pocas comunidades y organizaciones indígenas de la Amazonia cuentan con planes de gestión de riesgos para hacer frente a posibles catástrofes naturales como inundaciones, pandemias y derrames de petróleo. La creación de un fondo de emergencia permitirá prestar asistencia para lo siguiente:
1. Transporte de suministros de primeros auxilios como alimentos, medicamentos, ropa, mantas, agua potable.
2. Una evaluación de la situación para poner en marcha una ayuda adicional, que puede incluir: reparación o reconstrucción de casas o sistemas de agua, para compartir conocimientos y experiencia en el desarrollo de medicinas naturales a base de hierbas, entre otras posibilidades.
3. La pandemia de Covid-19 proporcionó importantes lecciones de las que debemos aprender más. Aunque no estamos seguros de si fue el uso de remedios herbolarios lo que redujo o impidió la letalidad del virus, hay evidencias de que sus sistemas tradicionales de salud y medicina ayudaron a mantenerlos a salvo. No obstante, un fondo de emergencia también debe proporcionar un mejor acceso a la medicina occidental.
En base a nuestra reciente experiencia en la asistencia a comunidades indígenas afectadas por graves inundaciones, un derrame de petróleo y la pandemia de Covid-19, es que recomendamos se establezca este fondo de emergencia.